sábado, 16 de agosto de 2014

MEMORIAS DE UNA ROCHA ROMÁNTICA. ( I )

NAUFRAGIO DEL POITOU



Cuando era el Vatavia / Rumbo que tomo, versus el que debía de haber tomado

     Uno de los naufragios más importantes que registran los documentos en las costas de Rocha, fue sin duda la del "POITOU" en la entonces solitaria playa de Garzón, también para otros conocida por Punta de los Herrera.

     El navío que permaneció tumbado sobre su banda de babor, procedía del viejo mundo trayendo 156 pasajeros entre los que había una uruguaya llamada Dolores Miguel. El resto eran de distintas nacionalidades y la tripulación estaba compuesta por 56 marinos.

     En las bodegas traía bananas, vino, café y alguna otra mercancía. Algunos perecieron al lanzarse a las aguas y ser golpeados contra el casco por las enormes olas. El salvataje se hizo con métodos camperos y al mejor estilo rural. Entre ellos, participaron en la tarea de rescate, un aduanero de apellido Altez, Julio Silveira, Modesto Costa, los que son conocidos por el conocido periodista y dramaturgo Florencio Sánchez, que se hizo presente en el lugar para realizar la nota escrita. Desde Rocha, además de las autoridades correspondientes, se trasladaron en carruaje, llevando abrigos, café, coñac y otros alimentos. El señor Julio Agosto Martínez acompañado por Aníbal Falco, Arturo Tisné, Domingo Alsina y un hombre rubio de apellido Peyre, ayudaron al rescate entre otras personas. También habrían actuado en la emergencia el vecino Ramón Silvera e Isidoro Sena, los que arribaron al lugar promediando las tres de la mañana. No tenemos en la nómina, pero seguramente hubo de estar allí, un señor de apellido Crouccie que junto a otras personas habría sido condecorado  por el Gobierno de Francia. Entre los elementos untilizados, figuraban un porongo, caballos, lazos, cables y un cajón, que fue en el cual se fue transportando a la costa a los naufragos.        

                                                                                                                Autor:  MARIO CORBO


Antonio de los Reyes, Echegaray/ Cajón que sirvió para bajar náufragos /  El médico de a bordo Charles Sucur o Le secur, quien se creyó muerto.

Según versiones de los sobrevivientes, al amanecer del 7 de Mayo de 1907, don Ramón Silva, encargado de un establecimiento rural o “estancia” cercana a la Laguna de Rocha, junto a la playa de Garzón, descubre a unos 60 u 80 metros  de la costa,  un barco escorado, desde el cual le hacen señales. Silva vuelve a la estancia y regresa prontamente con su hijo Américo y otras personas, llevando consigo caballos, lazos y cuerdas. Casi enseguida llegan los funcionarios de aduana Timoteo Altez y Pedro Maisonave; Altez sale para el pueblo de Garzón con la noticia y de ahí un hombre montado a caballo o “chasque” se desplaza hacia la ciudad de Rocha.-El jefe político de Rocha, Sr. Lezama, telegrafía a Montevideo y pasado el mediodía, el Presidente de la República está en conocimiento del hecho.-
Los paisanos a caballo trataban de enlazar a los náufragos; el estudiante Etchegaray explica en tierra un sistema ideado por el carpintero de a bordo para intentar salvar el pasaje, mediante un cable; un inglés  de apellido Scott llega a la costa con él y lo una a una estaca, extendiendo el grueso cordel de la nave a tierra Entre tanto el inglés intrépido había fallecido ahogado De tal manera y complementando el esforzado trabajo de los jinetes, comienzan a efectuar rescates de tripulantes y pasajeros, aunque ya se habían perdido  casi 50 personas.- Con el aerocarril improvisado, el salvamento duró más de un día, siendo los náufragos llevados a la estancia de los hermanos Silva.- Se destaca el dramático caso del Dr. Charles Secur, médico de a bordo, quien se había dado por perdido y muchas horas más tarde apareció aferrado a un madero, a varias millas del lugar.

Exposición rural de Rocha donde se alojaron /Tripulación en Rocha / Damas de rocha repartiendo víveres / Autoridades que contribuyeron.

En el año 1907 en la playa de las Garzas frente a la laguna de Garzón, ocurrió uno de los más trágicos naufragios de la saga róchense: el “Poitou” de origen Noruego, antes se llamaba Suerberg y luego Batavia. Con bandera Francesa a cargo de la  Propietaria Société Générale de Transports Maritimes À Vapeur SA SGTM. Desplazaba 2.900 toneladas, tenía 96 metros de eslora y 12 de manga. Había zarpado del puerto brasileño de Santos, el 3 de Mayo. En el registro de la hora 18.30 del día  lunes 6, figura que fue avistado el faro de la Isla de Lobos (distante a 40/50 millas náuticas al SO), menos de dos horas después, el barco encalló en la costa, a 25 millas de la Isla de Lobos y al menos 43 de donde dijo verla, habían confundido con el Faro del Cabo Santa María.

A bordo venían  59 tripulantes y 235 inmigrantes y carga.  Eran  españoles, franceses, italianos, turcos y rusos y algún inglés, que se radicaría en el sur patagónico argentino. También una uruguaya, Dolores Miguel y dos argentinos, Antonio de los Reyes y un joven estudiante de apellido Etchegaray. Entre los numerosos naufragios de principios del Siglo XX, el del “Poitou” fue uno de los que más conmocionó la región, con repercusiones en la lejana Europa.

Son incontables los naufragios que se han producido frente a las costas de Rocha a lo largo de la historia, desde los tiempos de Juan Díaz de Solís.

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